El mundo del deporte nos ha brindado momentos históricos, logros memorables y atletas que han alcanzado metas que parecían imposibles. Sin embargo, detrás de esos momentos de gloria y victoria, existe un componente tan esencial como descuidado: la salud mental.
Tanto para los deportistas de alto rendimiento como para los amateurs, el cuidado de la salud mental es fundamental para su bienestar general y rendimiento deportivo.
La Salud Mental en el Deporte: Más que una reserva de fuerza interior
La salud mental no es simplemente tener una alta resistencia emocional a las situaciones de estrés. La salud mental debe tener un enfoque holístico, ya que es un pilar crucial para mantener el equilibrio en la vida cotidiana. En el contexto deportivo, la salud mental juega un papel determinante a la hora de gestionar la presión, mantener la concentración y alcanzar el máximo rendimiento. Tanto los atletas de élite como aquellos que participan en deportes amateurs se enfrentan a situaciones en las que deben gestionar grandes picos de estrés, elevadas expectativas y desafíos físicos que pueden poner en riesgo su bienestar físico y psicológico.
Según Miriam Aparicio, psicóloga y coach Wingwave, la salud mental está por encima de la salud física. Cuando una persona tiene la mente centrada, obtiene altas capacidades de concentración, de atención y sabe gestionar sus emociones. Aunque tenga una lesión o haya tenido algún problema que le haya afectado, la persona sabe dirigir su atención hacia el camino para conseguir el objetivo.
“La salud mental es básica para competir en alto rendimiento y para el bienestar de la persona que hay detrás del deportista”
De Ricky Rubio a Simone Biles: Desafíos y lecciones en el ámbito de la salud mental
Hay dos casos que recientemente han saltado a los medios de comunicación en el ámbito de la salud mental y el deporte de élite. Se trata de los casos de Ricky Rubio, jugador de la NBA, y Simone Biles, gimnasta olímpica. Ambos han sido muy generosos al hacer pública su situación personal para contribuir a una mayor concienciación sobre la importancia de la salud mental en el deporte, incluso cuando se supone que ‘lo tienen todo’ para ser felices; éxito, reputación mundial y logros deportivos.
La presión constante de la competición, las lesiones y la enorme exposición pública han afectado a la salud mental de Ricky Rubio, quien ha decidido darse un respiro de la competición para priorizar su bienestar y poderse tratar lejos de los focos mediáticos.
La decisión de Simone Biles de retirarse temporalmente de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 por motivos de salud mental fue noticia en todo el mundo. La presión implacable de ser "la mejor", sumada a la responsabilidad de representar a su país, la llevó a tomar una decisión muy valiente en beneficio de su bienestar psicológico. Simone Biles sentó un precedente para futuras generaciones de atletas. Dar el paso a tiempo ha permitido que, 2 años después, haya vuelto a competir al más alto nivel.
Miriam Aparicio, desde su perspectiva psicológica, considera que Simone Biles antes de su retirada temporal era una deportista que se sentía como un objeto y no se reconocía a sí misma. Ahora, después de muchos años de trabajo, cree que ha logrado reconocerse como persona.
Para Miriam, los casos de éxito como el de Simone Biles son de gran inspiración para todos esos deportistas que están pasando por situaciones similares, momentos donde la persona se pierde y debe volver a encontrarse.
Causas de un Empeoramiento de la Salud Mental en el Deporte
Existen diversas causas que pueden afectar la salud mental de los deportistas. Entre ellas se encuentran:
- Gestión de la presión y las expectativas: Las altas expectativas, tanto internas como externas, pueden generar un alto nivel de estrés en los y las deportistas sea cual sea el nivel de competición, entendiendo que, a mayor nivel de competición, mayor es la presión.
- Lesiones y rendimiento: Las lesiones o un bajo rendimiento pueden provocar sentimientos de frustración y desesperanza.
- Exposición pública: La atención mediática y las críticas pueden afectar negativamente la autoestima y confianza de los atletas.
- Aislamiento social: La dedicación extrema y casi exclusiva al deporte puede llevar a una desconexión con familiares y amigos.
La Importancia de una buena formación en la gestión emocional desde la base
Una formación temprana en habilidades de gestión emocional puede ser fundamental para que las personas que practican deportes de competición enfrenten los desafíos con resiliencia y bienestar psicológico. Enseñar a los jóvenes atletas a expresar sus emociones, afrontar la adversidad y buscar apoyo cuando sea necesario es la base de una vida deportiva más sana y equilibrada.
Numerosas jóvenes promesas del deporte acaban desarrollando problemas de salud mental debido a la sobrepresión y sobreexposición que reciben por parte de su entorno inmediato, quienes intentan ensalzar su talento, sin tener en cuenta las expectativas, la carga de estrés y la presión que todo esto le acarrea deportista. Es, por tanto, de máxima importancia para estos jóvenes aprender estrategias y habilidades de gestión emocional que, además, les servirán para todos los ámbitos de la vida.
Según Miriam Aparicio: “Es un error dejar a un lado la salud mental y el ámbito emocional en las etapas formativas de los deportistas. Es básico que los deportistas se conozcan a sí mismos como deportistas y como personas para poder alcanzar sus metas de forma saludable.”
Cómo prevenir problemas y detectar señales de alerta
Para prevenir problemas de salud mental en el deporte, es esencial crear un ambiente de apoyo y comunicación abierta entre el equipo de preparadores físicos, compañeros y familiares. Algunas señales de alerta que podrían indicar un empeoramiento de la salud mental incluyen cambios en el comportamiento, aislamiento social, pérdida de interés en actividades que solían disfrutar y problemas de concentración.
Miriam define el cambio de comportamiento general del deportista como una de las principales señales de alerta:
“Es importante que las personas más cercanas al deportista detecten si el deportista se bloquea durante la práctica deportiva o se cierra en sí mismo cuando recibe indicaciones. Además, puede verse afectado su rendimiento académico, así como una alteración del sueño o un mayor apetito. Todo un cúmulo de factores que pueden provocar lesiones más recurrentes, ya que éstas son un indicador de estrés emocional.”
Estrategias y soluciones para mejorar la salud mental
Para mejorar la salud mental en el deporte, es vital fomentar un enfoque holístico del bienestar. Algunas estrategias y soluciones incluyen:
- Conciencia y educación: Promover una mayor conciencia sobre la importancia de la salud mental en el deporte y ofrecer capacitación en habilidades de gestión emocional.
- Apoyo profesional: Proporcionar acceso a profesionales de la salud mental especializados en el ámbito deportivo.
- Reducción del estigma: Fomentar un ambiente donde los deportistas se sientan cómodos hablando sobre su bienestar emocional sin temor a ser juzgados.
- Descanso y recuperación: Promover una cultura que valore el descanso y la recuperación como elementos fundamentales para un rendimiento óptimo.
Según Miriam, una de las mejores maneras de trabajar estrategias para afrontar los problemas relacionados con la salud mental es con encuentros grupales.
“Es muy importante que los deportistas tengan un espacio donde se puedan comunicar con alguien que los escucha y les brinda apoyo. Que se sientan personas, ante todo.”
Destaca, también, que sería muy positivo dar formación en este ámbito a los padres/ madres de los deportistas, para que éstos aprendan a gestionar los momentos de tensión de sus hijos o hijas deportistas, y puedan ayudarles a gestionar sus emociones.
Así pues, la salud mental debe incluirse en cualquier programa deportivo, ya sea de alto rendimiento o amateur. Los casos de Ricky Rubio y Simone Biles nos recuerdan que ningún logro deportivo puede compensar el sacrificio de nuestro bienestar emocional.
Es hora de dar un paso adelante y priorizar la salud mental en el deporte, creando un ambiente de apoyo y cuidado que permita a los atletas alcanzar su máximo potencial en el terreno de juego y en la vida.
