Es el tipo de césped más utilizado en los campos de futbol profesionales, y el que más dominio de la pelota requiere, puesto que este tipo de superficie proporciona cambios de ritmo más variados. El césped natural es la opción preferida por los equipos y el mejor terreno para demostrar la destreza con una pelota en los pies. Sus principales virtudes son: 

• Absorbe el calor. 
• Reduce los cambios de temperatura. 
• Limpia el aire, ya que interviene en el ciclo de producción de O2 y captación de CO2. 
• Absorbe SO2, NO2 y otros compuestos contaminantes. 
• Tiene vida e interacciona con el entorno. 

El césped artificial permite una conducción del balón limpia y un bote sin sorpresas, porque es más uniforme y su desgaste es casi imperceptible. Este tipo de terreno absorbe mejor los impactos y permite una mayor potencia de giro. El sistema empleado en nuestros campos está certificado por la FIFA. Las fibras son suaves y los jugadores pueden deslizarse sin riesgo a sufrir lesiones en la piel. El sistema aporta las siguientes ventajas:

• Menor perdida de caucho gracias a la filtración vertical del agua. Gran capacidad de drenaje, aunque llueva. 
• Menor temperatura del terreno al no incorporar ninguna capa de asfalto. 
• Mayor resistencia del césped gracias a su elevada densidad. 
• No se levanta durante el juego. Campo 100% plano y homogéneo.