Por delante, tiene el gran reto de clasificarse para el Mundial de Rusia 2021 y ganarlo. Algo que no sería nuevo para él, pues ya lo consiguió con el conjunto femenino en 2019, haciendo historia para el fútbol playa español.
¡Este murciano tiene muchas ganas de llegar a lo más alto y la disciplina necesaria para conseguirlo!
Tu carrera empezó con el fútbol 11, llegando incluso a la primera división suiza. ¿Cómo resumirías tu paso por el fútbol 11?
He jugado a fútbol desde los 8 años. Empecé en el club Nueva Vanguradia de Alcantarilla, donde nací. Con 15 años salté a la cantera del Atlético de Madrid y de ahí, al Real Valladolid, al Lorca y al Cartagena, hasta que me llegó la oportunidad de fichar por un equipo de primera división suiza, el Servette Football Club Gèneve.
El Club se disolvió por problemas económicos y entonces decidí regresar a la región de Murcia para jugar en tercera y segunda B. Al mismo tiempo, me saqué las oposiciones de policía local para garantizarme una estabilidad. ¡Siempre fui muy precoz en compaginar fútbol y trabajo!
Con tanta actividad, ¿cómo y cuándo llegó el fútbol playa a tu vida?
Empecé a jugar fútbol playa gracias a la insistencia del director deportivo y el presidente de la Federación de Fútbol de la Región de Murcia. Yo me lo tomaba como unas vacaciones con amigos, hasta que en 2011 me propusieron ir a Roses a una competición y Joaquín Alonso, el seleccionador nacional, me convocó para la selección.
Al principio, pensé que se trataba de una broma ¡pero no lo era! Así que empecé a formarme, a mirar vídeos, a entrenar… Lo compaginé con el fútbol 11 durante años, hasta que decidí dedicarme exclusivamente al fútbol playa.
Pero, ser portero de fútbol playa difiere bastante de ser portero de fútbol 11…
¡Es muy diferente! El portero en el fútbol playa es fundamental, ya que, además de parar, bloquear y desviar balones, muchas veces inicia los ataques y contraataques con el balón y con el pie. Ha ido evolucionando y el portero cada vez incide más en los ataques. Está ganando protagonismo, por eso, el portero debe reunir muchos requisitos, también el psicológico para saber cuándo no forzar, cuándo atacar, no venirse abajo cuando comete un error, etc.
Otro aspecto muy diferente es el terreno de juego. En el fútbol playa la superficie es irregular, el bote de la pelota es imprevisible y hay mucha intervención por parte de los porteros. En cambio, en fútbol 11 el portero puede estar perfectamente 4 minutos sin intervenir y sus actuaciones son mínimas.
Hasta relevar a Joaquín Alonso, estuviste dirigiendo la Selección Femenina Absoluta y la Selección Femenina Sub21. ¿Qué aprendizaje te llevas de esta etapa profesional?
¡He aprendido muchísimo! Nunca había trabajado con un equipo femenino, ni como entrenador así que, cuando en 2018 me dieron esta oportunidad, lo primero que hice fue informarme sobre las jugadoras, estudiar en qué clubes jugaban, en qué posición, mirar sus partidos, hacerles un seguimiento y, sobre todo, pedirles ayuda para que me acompañaran el en el proceso de formarme como entrenador profesional.
"Yo quería que las jugadoras creyeran en el proyecto y se sintieran escuchadas, y eso fue la clave del éxito. Para mí, la parte psicológica y emocional es muy importante, si eso está bien trabajado, en el terreno de juego se da el 200%."
Lo debisteis trabajar muy bien, porque en 2019 la Selección Femenina ganó los Juegos Mundiales de la Arena, haciendo historia para el fútbol playa nacional. ¿Cómo lo recuerdas?
¡Llegar a los Juegos Mundiales de Arena ya fue un reto! Entramos muy justas, porque perdimos los dos primeros partidos del clasificatorio europeo que se disputó aquí, en Futbol Salou, en mayo del 2019.
"Pero yo siempre les dije a las jugadoras que ninguna selección estaba trabajando como ellas y que debían creer en ellas mismas."
Al final, llegamos al mundial. No éramos las favoritas con la presencia de potencias como Rusia, Brasil o Reino Unido, pero ya teníamos la experiencia de gestionar partidos en los que empezábamos perdiendo. De hecho, todos los partidos del Mundial los empezamos perdiendo, pero las jugadoras ya sabían que, manteniendo la calma, concentrándose en el trabajo y confiando en ellas mismas, podíamos revertirlo.
"La final fue apoteósica, ¡la mayor satisfacción que yo he tenido en el futbol playa, además de mi debut! Ahora, mi objetivo es repetirlo con los chicos."
¡Una muestra más de la importancia de la psicología en el deporte!
El factor emocional y psicológico es fundamental. Para mí, es clave. No es lo mismo saber que un jugador o jugadora tiene un problema en su casa, que no duerme bien, que tiene que cuidar a una madre enferma o que tiene otro trabajo e hijos que atender, a un jugador que viene sin cargas y que se dedica exclusivamente al fútbol playa.
Tener ese conocimiento de lo que les sucede fuera, me permite saber a quién puedo exigirle más o quién necesita una mano o más motivación.
"La clave del éxito de las chicas y de los chicos sub21, que han sido campeones de Europa dos veces, ha sido que han creído en ellos mismos."
Tras esta gesta con el equipo femenino, ¿habías llegado a imaginar que serías el sucesor de Joaquín Alonso, toda una institución del fútbol playa en España?
¡La verdad es que no! Joaquín Alonso llevaba muchos años, había conseguido muchos éxitos y formado a muchos jugadores. Yo estaba con las chicas sub21, ayudándole en lo que me pedía y no me lo esperaba. Pero, paralelamente, yo seguía formándome como entrenador así que, una vez ha llegado la oportunidad, intentaré no desaprovecharla.
¿Cuál es el principal reto que tiene la Selección Española absoluta masculina ahora mismo?
El primer reto de la selección masculina absoluta es el clasificatorio para el mundial. Como en 2020 no hemos podido competir a nivel nacional ni realizar concentraciones de selección, hemos realizado un seguimiento anual de los jugadores analizando: minutos de juego, tipos de lesiones, incidencias, analizando sus vídeos, etc.
En base a eso, se convocaron a 20 jugadores para una primera concentración de trabajo general. En esta segunda concentración, hay 14 jugadores y en la tercera, la idea es convocar a los 12 que podrían competir en el clasificatorio.
Y tras un año de parón por la pandemia ¿Cómo ves el estado de salud de la selección?
Los he visto muy, muy bien. Estamos trabajando con auténticos profesionales, aunque el futbol playa no se reconozca ni se remunere económicamente. Los jugadores son conscientes de lo difícil que es estar aquí. Además, me conocen, hemos sido compañeros y saben cuál es mi nivel de exigencia.
Antes de las concentraciones les mandamos un plan de trabajo de 15 días para que se preparen física y mentalmente. Además, cada día hago un seguimiento de todos los jugadores y jugadoras, les paso feedback y los derivo al preparador físico o al fisio, si lo necesitan.
"Ya que no podemos trabajar juntos todo el año, mi idea es hacerles un seguimiento exhaustivo, como si fuéramos un club. Y debo decir que su rendimiento está siendo inmejorable."
Además de seleccionador, eres policía local. ¿Puedes compaginar ambas profesiones?
De momento lo voy compaginando, ¡con muchísimo trabajo y durmiendo poco! Mi pasión es el futbol playa y mi profesión, policía local. No obstante, es mi profesión de policía la que me da la estabilidad necesaria para estar donde estoy.
Esta es la cuarta vez que el fútbol playa te trae a Mediterranean Sport Village. ¿Cómo valoras nuestras instalaciones?
Las instalaciones son inmejorables. Tenemos dos terrenos de juego con buena arena, vestidor, gimnasio y estamos a apenas 10 minutos andando del Resort. Además, el personal del complejo es muy cercano y se preocupa en todo momento de que nos sintamos a gusto.
Hay un cuidado exhaustivo con todo; los banderines, las líneas, pasan la máquina en la arena 2 veces al día… Y luego, en el Resort tenemos mucha tranquilidad y aire libre. La comida está muy bien, los empleados son amables y la ubicación es muy buena. Estamos muy cómodos, de hecho, ¡es la cuarta vez que venimos en poco más de un año!